Por Sergio Eissa *
El 3 de enero de 1833, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda atacó, invadió y ocupó ilegal e ilegítimamente, desde entonces, las Islas Malvinas, expulsando a 150 habitantes, hombres y mujeres, niños y niñas; entre estas ultimas Matilde “Malvina” Vernet y Sáez que había nacido en Puerto Soledad el 5 de febrero de 1830.[1]
El 17 de junio de 1833, el ministro plenipotenciario ante el gobierno británico, Manuel Moreno, presentó una nota de protesta que fue renovada y ampliada en reiteradas oportunidades por el representante argentino en Londres[2]. Luego de 1833, la Argentina realizó continuos reclamos al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. El 17 de junio de 1833, el embajador argentino Manuel Moreno protestó por la invasión y el ataque, cuando estaban ambos países en paz[3], y reseñó los derechos argentinos sobre las Islas. El 2 de octubre de 1833, Manuel Moreno informó al Ministro de Relaciones Exteriores el estado de las reclamaciones por la usurpación de las Islas Malvinas. Estas reclamaciones se sucedieron en 1834, 1835, 1841, 1843 y 1849. Durante los gobiernos conservadores, las protestas continuaron e incluso Argentina le propuso a Gran Bretaña resolver el conflicto a través de un arbitraje (1884, 1885 y 1888).[4]
Sin duda, el logro diplomático más importante se produjo en la Organización de Naciones Unidas, cuando en la Asamblea General se aprobó la Resolución Nº 2065 (XX) de 1965 que reconoció la existencia de una situación colonial e invitó a las partes a iniciar negociaciones, sustentadas en el principio de integridad territorial y no en el de autodeterminación, respetando los intereses de los isleños. En función de esta norma, se iniciaron negociaciones formales entre el Reino Unido y la República Argentina. El 1º de julio de 1971 se firmó la Declaración Conjunta Argentino Británica sobre las comunicaciones entre las Islas Malvinas y el territorio continental argentino. Nuestro país se comprometió a establecer una línea aérea, que estuvo a cargo de LADE (Líneas Aéreas del Estado), con un servicio bisemanal, lo cual permitió efectuar viajes entre las Islas y el territorio continental. Se construyó una pista de aterrizaje; dos maestras argentinas fueron enviadas a las Islas a enseñar español; se implementó un programa de becas para que hijos de isleños pudiesen venir a estudiar y se los llevó a los principales centros educativos de habla inglesa. A los isleños enfermos se les proporcionó traslado y asistencia médica gratuita en el Hospital Británico, aunque algunos pobladores preferían tratarse en el Hospital de YPF en Comodoro Rivadavia. Este acuerdo fue fundamental porque en junio de 1974 el Gobierno británico, a través de su embajada en Buenos Aires, le propuso a la Argentina un condominio sobre las Islas que tenía cláusulas entre las que se destacaban que el gobernador de las Islas sería designado alternativamente por el gobierno británico y por el presidente de la República Argentina. También, sobre la misma base de la propuesta anterior, el Gobierno británico propuso también lo que se llamó el lease back, “retroarriendo”, sobre las Islas Malvinas. Se acordaron un conjunto de puntos, faltando definir el periodo de duración de la administración provisoria de las Islas que iba a ejercer el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGB). Hubo una serie de aspectos que no prosperaron en el Parlamento británico, pero las tratativas siguieron y nunca, por lo menos desde la parte oficial británica, se renunció del todo a esa posibilidad. La muerte del presidente Juan Domingo Perón, poco tiempo después, frustró este proyecto, que fue retirado días más tarde.[5]
Por último, es importante destacar que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de las Naciones Unidas aprobó por consenso las recomendaciones argentinas presentadas en el año 2009, en cuanto al límite exterior de la plataforma continental. En el año 2016, la Comisión no se pronunció sobre los límites en las Islas Malvinas, Islas Georgias e Islas Sándwich del Sur hasta tanto Argentina y el RUGB resolvieran el conflicto limítrofe, reconociendo con ello la existencia del conflicto de soberanía. Este trabajo se había iniciado con la aprobación de Ley Nº 24.815 en el año 1997, que puso en marcha la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA).[6]
Desgepolitizar, fase superior de la desmalvinización
Las acciones diplomáticas citadas ut supra parecieran ser una constante en la política exterior, pero esto no ha sido así. Tanto el intento de recuperación de nuestras islas a través de una acción militar en 1982; la política de seducción a los isleños y de acercamiento al RUGB durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y Fernando de la Rúa (1999-2001); y nuevamente las acciones diplomáticas de acercamiento —valga la redundancia— tanto de Mauricio Macri (2015-2019) y Javier Milei (2023 a la fecha), representan un alejamiento de los principales lineamientos desarrollados hasta 1989, entre 2001 y 2015, y entre 2019 y 2023.[7] Así, los Tratados de Madrid I y II (1989-1990); el Acuerdo Foradori-Duncan (2016); y el Acuerdo Mondino-Lammy (2024), son algunos ejemplos de los retrocesos en la política exterior en relación a la Cuestión Malvinas.
Estos cambios no son causales porque no existe unanimidad entre los actores políticos y sociales de nuestro país con respecto a este tema. Un primer grupo sostiene que —en línea con las acciones desarrolladas por nuestro país hasta 1982— sin dudas la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y que proponen acciones, que no se limitan a actos meramente declarativos, que se han materializado en concreciones unilaterales, bilaterales y en organismos multilaterales. Aunque a nuestro criterio, todas medidas insuficientes porque no han geopolitizado la Cuestión, ya no Malvinas, sino del Atlántico Sur.
En el segundo grupo prefieren no abordar el tema porque consideran que el conflicto perjudica el alineamiento de la política exterior argentina con los Estados Unidos, en particular, y con Europa occidental, en general, pero no lo manifiestan abiertamente. Otros no perciben que el RUGB sea una amenaza inmediata o que no existe una solución realizable para Argentina, la cual se traduce en una política de bajo nivel respecto al conflicto o meramente declarativa. Por ejemplo, un ex diputado nacional y funcionario del Gobierno argentino entre 2015 y 2019, afirmó en el marco de otra investigación[8] que consideraba que las Islas Malvinas debían dividirse en dos: una mitad para la Argentina (la isla más despoblada y cercana al continente) y la otra para el RUGB. De esa manera, consideraba, Argentina terminaría limitando con la Unión Europea. Sin embargo, aclaró en esa entrevista, en off, que jamás haría pública esa propuesta y negaría categóricamente haberla formulado porque sería el fin de su carrera política.
Esto apreciación también se puede ser en relación al ámbito militar. La falta de percepción de la amenaza que representa el RUGB a los intereses vitales y estratégicos de la Argentina ha sido analizada exploratoriamente[9], con los siguientes resultados: a) en los focus groups efectuados entre febrero de 2022 y diciembre de 2023, el 84.39% de los consultados consideró que esta potencia no era una amenaza; b) en una encuesta online realizada en 2023, el 83,5% de los encuestados tuvo la misma opinión; c) se relevaron 35 planes de estudio de las carreras de las instituciones de formación básica y superior de las Fuerzas Armadas a los efectos de conocer si el Informe Rattenbach[10] es bibliografía obligatoria de los planes de estudio, hallando que solo en la Escuela de Suboficiales del Ejército Argentino está incluido en la materia Historia Militar Argentina. La Guerra del Atlántico Sur (1982) es un ejemplo también de esto último. Argentina no tuvo como hipótesis de conflicto al RUGB hasta diciembre de 1981[11] cuando –por impulsó de la Armada Argentina– se diseñó un plan de recuperación de nuestras Islas ad hoc, que ni siquiera se cumplió, como bien refleja el Informe Rattenbach[12] o el documental “Malvinas día x día”.[13] En consecuencia, los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) no contaban con el equipamiento y adiestramiento adecuado para pelear sobre el mar, debido a la permanente disputa con la Aviación Naval que consideraba que tenía la exclusividad para realizar operaciones aeronavales; las bombas de la FAA no eran las adecuadas para ese escenario; la Flota de Mar que no estaba preparada para lidiar con los submarinos nucleares británicos; y los Panhard a rueda del Ejército no podían salir de Puerto Argentino porque se hundían en la tundra malvinera.
El tercer grupo considera que las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur son británicas. Por ejemplo, la actual diputada nacional, Sabrina Ajmechet[14]; el diputado nacional, Fernando Iglesias[15]; Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich[16] y el expresidente, Mauricio Macri[17] se han expresado en contra de la soberanía argentina de las Islas, e intelectuales como Beatriz Sarlo[18]; Juan José Sebreli; Santiago Kovadloff; Rafael Filippelli; Emilio de Ípola; Vicente Palermo; Marcos Novaro y Eduardo Antón.[19] Por último, el pasado 2 de abril de 2025, el presidente de la Nación, Javier Milei, sostuvo que reconoció el derecho de autodeterminación de los kelpers en relación con la Cuestión Malvinas.[20]
Estas tres visiones en torno a la Cuestión Malvinas, que hemos expuesto en los párrafos precedentes, han ocurrido a lo largo de dos períodos y dos ejes. El primero comenzó el mismo día que terminó la guerra y que es conocido como “desmalvinización”, que se extendió entre 1982 y 2001. En ésta, los veteranos y las veteranas de guerra de Malvinas fueron ocultados y silenciados, sin distinción de rango; como relatan el soldado (VGM) Rubén Rada, el teniente de navío (VGM) Roberto Coccia[21] y un oficial del Ejército Argentino.[22] Asimismo, esta situación se repitió en las veteranas de guerra, tal como fue documentada tanto por Gabriela Llaser[23] como por Alicia Panero[24].
En el sistema educativo sucedió lo mismo. Los investigadores Pablo Pineau y Alejandra Birgin[25] hallaron que durante la primera etapa la Cuestión Malvinas “aparece como un tema tratado con menor intensidad en las aulas ante la dificultad y el desconcierto que planteaba por la cercanía de la guerra y su derrota. Pero por el otro, desde 1983 se registra una constante: su presencia en las escuelas se opera a través del homenaje a los caídos y a los sobrevivientes de la guerra de modos muy diversos”.
El segundo período se inicia en el 2003 cuando se empieza a reivindicar la acción de los veteranos en la Guerra del Atlántico Sur (1982) y las acciones de política exterior se vuelven más asertivas que en los años previos. Por ejemplo, y en sistema educativo, las efemérides del 2 de abril cobraron otro significado que fue fortalecido con la sanción de la Ley 26.206 del año 2006, que establece en su artículo 92 que “formarán parte de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones (…) (b) La causa de la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, de acuerdo con lo prescripto en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional”. A partir de ello se produjeron numerosas iniciativas para tratar de comenzar a revertir el proceso de desmalvinización. Por ello, las propuestas implementadas del Ministerio de Educación Nacional para remalvinizar el debate escolar tuvieron al menos dos tipos de resultados. Por un lado, se “recuperaba la tradición de construcción nacionalista de las escuelas, pero, por el otro, lo inscribía en una perspectiva más crítica” en relación a la última dictadura y de manera dispar en las provincias.[26]
Esto último nos permite pasar al tema de los ejes desde donde se enseña la Cuestión Malvinas. Al respecto, el capitán (VGM) Héctor Tessey sostiene acertadamente que “la gran mayoría [de la investigación] está analizada con las dos claves que identifica la antropóloga Rosana Guber en la lectura de Malvinas: una clave dictatorial y una clave heroica (…) Se ha reducido la guerra a la exaltación, al homenaje, el recordatorio. Obvio que hubo actos heroicos, de abnegación, de hermandad, pero no sabemos que pasó porque no se investiga y no se investiga porque hay mugre debajo de la alfombra; no se quiere levantar la alfombra”.[27]
Si a la desmalvinización, le sucedió la malvinización, ahora es momento de geopolitizar, pero para ello hay que conocer al territorio y a los actores que allí se desenvuelven.
Si vis pacem, para bellum
Los hechos ocurridos en la Guerra del Atlántico Sur (1982) muestran la relevancia de tener una mirada geopolítica y estratégica.
La DPDN 2021 fue el primer paso para geopolitizar la Cuestión del Atlántico Sur, en tanto que definió como uno de los escenarios estratégicos a los espacios que limitan al norte con el Río de la Plata, en donde bajan las aguas de la Hidrovía Paraná-Paraguay por donde salen aproximadamente el 80% de las exportaciones argentinas, y converge hacia el Polo Sur, abarcando la Patagonia, el Atlántico Sur, las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y la Antártida Argentina.
Ahora bien, si hacemos zoom sobre ese escenario podemos identificar un sub-espacio que conforma un “Triángulo Estratégico” cuyos límites son el paralelo 50º Sur, los meridianos 74° O y 25° O y el Polo Sur. En este se asientan objetivos de valor estratégico sobre los cuales pivotea la estrategia británica en el Atlántico Sur, a los efectos de garantizarse el acceso y control de la Antártida y el control de los pasos bio-océanicos hacia el Océano Pacífico con el apoyo y participación activa de Estados Unidos. Estos son las Islas Malvinas, Ushuaia, Punta Arenas, Puerto Williams; estos últimos pertenecientes a la República de Chile.
Puntualmente en lo que respecta al territorio argentino, del total del territorio continental, insular, antártico, territorial y marítimo de la República Argentina, el 23% se encuentra usurpado por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGB), mientras que el 36% se encuentra bajo el paraguas del Tratado Antártico y es reclamado también por el RUGB y por Chile.[28]
En cuanto a la Antártida, si bien el Tratado Antártico tiene una duración indefinida, el Protocolo de Madrid –que prohíbe la explotación de recursos– debe renovarse o no en el año 2048. Por ello, no solo Estados Unidos y RUGB, sino también Canadá y Chile, entre otros han comenzado a fortalecer su presencia en el Atlántico Sur para estar en la primera fila en la disputa por los recursos naturales de dicho continente; lo cual recuerda a la carrera emprendida hace unos años, en el Océano Ártico.[29]
En segundo lugar, este sub-escenario cuentan con abundantes recursos ictícolas, hidrocarburíferos y de minerales estratégicos en el suelo y subsuelo de la plataforma continental.
En tercer lugar, la existencia de tres (3) pasos bioceánicos entre el Atlántico Sur y el Pacifico Sur: el Estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle y el Mar de Hoces. Si Estados Unidos y el RUGB logran controlar estos espacios junto al Canal de Panamá tendrán una ventaja relevante en el marco de la disputa mayor que es la transición de poder entre Estados Unidos y la República Popular China.
En este sub-escenario, el RUGB y Estados Unidos están implementando políticas de hard power y soft power[30], en muchos casos, con apoyo de actores políticos y sociales de nuestro país. En lo que respecto al hard power, señalemos algunos ejemplos recientes[31]:
- Las Fuerzas Británicas del Atlántico Sur (BFSAI, por sus siglas en inglés) dependen del Comando Estratégico del Reino Unido, subordinado al Ministerio de Defensa. La mayor concentración de militares y de armamento se encuentra en la Base de Monte Agradable, sede de las BFSAI, a 45 kilómetros al sur de Puerto Argentino. Dicha instalación militar cuenta con un puerto (Mare Harbour), una base aérea con capacidad de lanzamiento de misiles, y un centro de monitoreo y de comunicaciones. Se estima que residen allí unos 1.200 militares y 300 civiles. El 75% de los efectivos corresponden a las fuerzas terrestres de la Falkland Islands Roulement Infantry Company (FIRIC), integrada por elementos de distintos batallones. Además, el Ejército está a cargo de la defensa antiaérea a través del sistema Sky Sabre, que cuenta con tres componentes clave: un radar de vigilancia de alcance medio, un sistema informático y misiles modulares antiaéreos comunes que pueden alcanzar velocidades de 2.300 mph eliminando aviones de combate, drones e incluso bombas inteligentes guiadas por láser. En lo que respecta a los medios navales, se estima que hay aproximadamente 150 efectivos de la Armada británica que operan un buque patrullero HMS Forth, con base en East Cove. Durante la campaña antártica de verano, utilizan el rompehielos HMS Protector y otros buques de investigación oceanográfica como el HMS Scott. Por su parte, la Fuerza Aérea nuclea al resto de los 150 efectivos permanentes, distribuidos en dos escuadrones aéreos: el 1.435, equipado con cuatro Eurofighter Typhoon con capacidad de lanzar misiles crucero y el rol principal de caza interceptor de defensa aérea; y el 1.312 equipado con un Airbus A-330 MRTT (Multi Role Transport Atlas) con capacidad de reabastecimiento en vuelo, búsqueda y salvamento. La base cuenta con dos pistas, una perpendicular a la otra, cuyas extensiones son de 2.590 metros y 1.525 metros, lo que permite el despliegue de aeronaves de gran porte. Asimismo, el Reino Unido tiene la capacidad de desplegar entre 4.000 y 5.000 efectivos en las Islas Malvinas por vía aérea en ocho horas”.
- El apoyo de facto de los Estados Unidos a la posición británica. Además del restablecimiento de la IV Flota en 2008, la cuenta de X del Commander Submarine Force Atlantic (COMSUBLANT) informó que un submarino nuclear había realizado un ejercicio de “oportunidad” con las fuerzas británicas en las Islas en el año 2021.
- Los reiterados ejercicios que el Reino Unido realiza en la región, que incluyeron el lanzamiento de misiles, de proyectiles por parte de la fragata HMS Iron Duke y la presunta presencia de armas nucleares, y que merecieron reiteradas protestas argentinas desde 2008.
- La presencia sistemática de la Guardia Costera de Estados Unidos en el Atlántico Sur.[32]
- Los ejercicios militares de las tropas británicas Gurkas en este escenario sub-estratégico.[33]
- La instalación del radar de Leo Labs Ltd., que tiene un acuerdo con el Ministerio de Defensa británico, con la omisión y acción de actores políticos y sociales argentinos.[34]
- La potencial construcción de una Base Naval combinada con Estados Unidos en Ushuaia que le brindaría apoyo para su acceso a la Antártida, sino como sostén logístico, por ejemplo, de sus submarinos nucleares, con la venia del gobierno argentino.[35]
- El ataque a la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur a través de medidas económicas que tienden en largo plazo a despoblar la isla.[36]
Más interesantes resultan las políticas de soft power que realiza el RUGB en la Argentina. De acuerdo a Brand Finance del año 2023, este país ocupa el segundo puesto en el ranking de potencias con mayores índices de poder blando del mundo. Veamos algunos ejemplos:
- El programa Darwin Plus, lanzado en 2021, proporciona financiamiento para implementar proyectos ambientales en dichos territorios y becas de formación para obtener experiencia técnica y científica. De acuerdo con la información publicada en fuentes oficiales, desde 2012 ha financiado más de 247 proyectos de 298 instituciones, a través de 17 países en 13 biomas y ecosistemas. En el caso de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, se financiaron 59 proyectos.
- En 2016 se lanzó el programa Blue Belt con una inversión de 20 millones de libras para la creación de áreas marinas protegidas. Las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur han sido incluidas en estas acciones [4].
- El RUGB financió stands en la Feria Agraria Expo Prado de Montevideo durante 2020 y 2021, en la que se ofrecieron oportunidades de turismo y trabajo en el archipiélago, con folletería y carteles en los que se reivindicaba la soberanía británica de las islas.
- La venta de los F-16 que no tienen capacidad de afectar los intereses británicos en el Atlántico Sur y fueron adquiridos en el Reino de Dinamarca con el acuerdo de Estados Unidos y el RUGB; lo cual tuvo un apoyo significativo, por acción u omisión, de un amplio sector de los actores sociales y políticos.
- También las acciones del British Council son políticas de soft power, así como la cátedra del Reino Unido en la UCEMA, cuya titularidad ejerce el actual secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa del Ministerio ídem, Juan Battaleme, quien en representación de la misma envío sus condolencias a ese país por la muerte de la Reina Isabel II. Por ello, no sorprende que este funcionario se haya pronunciado en mantener un canal de cooperación con el RUGB en diciembre de 2023.
- Las becas ofrecidas por el RUGB a ciudadanos argentinos para visitar las Islas Malvinas.[37]
- Las reiteradas visitas de los Jefes del Comando Sur a Ushuaia, siendo recibidos por autoridades que no se corresponden con su jerarquía; es decir, por el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Recordemos que uno de los Jefes de este Comando, la Generala Laura Richardson, sostuvo que “son nuestros” los recursos estratégicos del Cono Sur.[38]
“Si ponemos un pie sobre las islas, no nos sacan más”[39]
Esta frase que pertenece al tres veces presidente Juan Domingo Perón, que no se pudo materializar por su fallecimiento el 1º de julio de 1974, pero sigue siendo realista.
La Directiva de Política de Defensa 2021[40] definió que el diseño de las Fuerzas Armadas debía realizarse en función del conflicto que nuestro país tiene con el RUGB en las Islas del Atlántico Sur. Esto no implicaba, claramente, que recuperaríamos nuestras Islas del Atlántico Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por la vía militar; lo cual está prohibido por la Constitución Nacional y porque nuestra Doctrina de Defensa que adopta un posicionamiento y actitud estratégica defensiva[41]. Por el contrario, se trata que la política de defensa con sus Fuerzas Armadas apoye a la política exterior, teniendo capacidades disuasivas, y reduciendo la asimetría de poder y desgastando la presencia británica en las Islas del Atlántico Sur. Para ello, Argentina tiene que cambiar el centro de gravedad de su dispositivo de defensa hacia el sur, lo cual requerirá adquirir aviones cazas para la aviación naval, que no sean objeto del veto británico, y desplegarlos en Río Grande. Asimismo, deben comprarse de manera urgente al menos tres (3) submarinos, en tanto que es el mínimo sistémico.
La política económica también debe contribuir sancionando a empresas y/o países que contribuyan al sostenimiento británico en las Islas del Atlántico Sur, pero fundamentalmente debemos desarrollar el sur; desde Tierra del Fuego y la Patagonia. Entre las medidas que se deben tomar, se debe terminar la construcción de la Base Antártica de Petrel, aumentar la capacidad logística del Puerto de Ushuaia; trasladar la Base Naval de la Armada Argentina; instalar un radar 3D de manera permanente; conectar la isla con el continente; mejorar la infraestructura vial y portuaria, construir la red ferroviaria; y ampliar las actividades mineras e ictícolas en la región.
En materia diplomática, se deben denunciar los Tratados de Madrid y todos los acuerdos posteriores; fortalecer la alianza con Brasil y Chile, y el resto de los países de América Latina; advertir diplomáticamente a aquellos países que colaboren con la ocupación británica, prohibir la realización de ejercicios militares en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, de acuerdo a lo establecido en el artículo 30 de la Ley Nº 23.554 de Defensa Nacional y aplicar efectivamente el Decreto-Ley Nº 15.385/1944 y el Decreto Nº 253/2018, y construir una nueva mayoría en las Naciones Unidas para obtener una nueva resolución en la Asamblea General como la 2065 de 1965.
No se trata de ir a la guerra porque —parafraseando a Sun Tzu— el país más victorioso es el que logra doblegar al enemigo sin pelear, pero para ello se necesitan las Fuerzas Armadas y otros instrumentos del poder militar.
[1] Sobre los derechos argentinos sobre las Islas del Atlántico Sur se sugiere la lectura de Kohen, M. y Rodríguez, F. (2015). Las Malvinas entre el derecho y la historia. Refutación del folleto británico “Más allá de la historia ofcial. La verdadera historia de las Falklands/ Malvinas. Buenos Aires, Argentina: Eudeba y EUNSa.
[2] Quellet, R. (1982). Historia política de las Islas Malvinas. Buenos Aires, Argentina: Escuela Superior de Guerra Aérea y El País (1982), “Un documento clave”. En El País. El periódico global. Madrid: Prisa.
[3] Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre el Reino Unido y las Provincias Unidas del Río de la Plata. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://tratados.mrecic.gov.ar/tratado_ficha.php?id=mp2ilg==.
[4] Archivo General de la Nación (2020), “Selección de Documentos Históricos”. Recuperado el 8 de septiembre de 1822 de https://www.argentina.gob.ar/interior/archivo-general/malvinas-200/seleccion-documental; Del Castillo, L. C. (1990), “Sucesión de Estados en el caso Malvinas”. En CARI (Ed.). Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur Perspectiva Histórico-Jurídica. Buenos Aires, Argentina: Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI); y Maffeo, A. J. (2002), “Negociaciones por Malvinas: continuidades y quiebres”. En Revista de Relaciones Internacionales, pp. 23: 1-9.
[5] Jastreblansky, M. (29 de marzo de 2012), “La propuesta secreta de los ingleses a Perón por las Malvinas”. En La Nación. Recuperado el 8 de marzo de 2016 de https://www.lanacion.com.ar/politica/la-propuesta-secreta-de-los-ingleses-a-peron-por-las-malvinas-nid1455991/.
[6] Eissa, S. (2023), “Underbalancing: Malvinas y la política de defensa nacional de Argentina”. En Revista de Defensa Nacional, 8, pp. 34-77. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.undef.edu.ar/libros/wp-content/uploads/2023/07/8-1-2.pdf.
[7] Eissa, S. (2023), “Underbalancing: Malvinas y la política de defensa nacional de Argentina”. En Revista de Defensa Nacional, 8, pp. 34-77. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.undef.edu.ar/libros/wp-content/uploads/2023/07/8-1-2.pdf.
[8] Eissa, S.G. (2005). Hielos Continentales. Las variables internas en la política exterior argentina. Santiago de Chile: Fundación Síntesis.
[9] Las muestras no son representativas. Informe del Proyecto de Investigación UNDEFI Nº 358/22, Resolución Nº 15/22 “Guerra de Malvinas: ¿punto de inflexión en la doctrina militar de las Fuerzas Armadas argentinas?”. No ha sido publicado aún.
[10] Ministerio de Defensa. (2012 [1982]). Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur (Informe Rattenbach). Recuperado el 21 de mayo de 2023 de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/archivo/25773-informe-rattenbach.
[11] Recién la Directiva de Política de Defensa 2021 (DPDN 2021) incorpora a la Cuestión Malvinas como hipótesis de empleo y diseño de las Fuerzas Armadas, lo cual fue reflejado en el Plan de Capacidades Militares 2023. República Argentina (2021), “Directiva de Política de Defensa 2021 (DPDN 2021)”. Buenos Aires: Boletín Oficial. Recuperada el 21 de mayo de 2025 de https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/246990/20210719.
[12] Ministerio de Defensa. (2012 [1982]). Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur (Informe Rattenbach). Recuperado el 21 de mayo de 2023 de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/archivo/25773-informe-rattenbach.
[13] Ver en https://www.youtube.com/@malvinasdiaxdia.
[14] La Política On Line (2021, 26 de julio”, “Polémica con una candidata de Bullrichque dijo que las Malvinas con de los Kelpers”. En PolíticaOnLine. Recuperada el 21 de mayo de 2025 de https://www.lapoliticaonline.com/nota/135602-polemica-con-una-candidata-de-bullrich-que-dijo-que-las-malvinas-son-de-los-kelpers/.
[15] Eissa, S. (2023), “Underbalancing: Malvinas y la política de defensa nacional de Argentina”. En Revista de Defensa Nacional, 8, pp. 34-77. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.undef.edu.ar/libros/wp-content/uploads/2023/07/8-1-2.pdf y Iglesias, F. (2012). La cuestión Malvinas: crítica al nacionalismo argentino. Buenos Aires, Argentina: Aguilar.
[16] Infobae (2021, 27 de abril), “´A Pfizer le podríamos haber dado las Islas Malvinas´: la polémica frase que Patricia Bullrich tuvo que aclarar”. En Infobae. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.infobae.com/politica/2021/04/28/a-pfizer-le-podriamos-haber-dado-las-islas-malvinas-la-polemica-frase-que-patricia-bullrich-tuvo-que-aclarar/?gad_source=1&gad_campaignid=21937287514&gbraid=0AAAAADmqXxTx4hXOLlFM7tsRcjqEv7FwD&gclid=CjwKCAjw87XBBhBIEiwAxP3_A4Qct7jnBjhHNCKt_euYW9N_jHXzMKAiTib1oPG_APwWtdrIUGdU1RoCitEQAvD_BwE.
[17] Página 12 (3 de abril de 2018), “Cuando Macri decía que las Malvinas serían un gasto”. En Página 12. Recuperado el 28 de octubre de 2022 de https://www.pagina12.com.ar/105482-cuando-macri-decia-que-las-malvinas-serian-un-gasto.
[18] Clarín (2021), “Sarlo, B. ´Las Malvinas son territorio británico´”. En Clarín. Recuperado el 8 de septiembre de 2021 de https://www.clarin.com/politica/beatriz-sarlo-malvinas-territorio-britanico-_0_5NQZ7j1tJ.html.
[19] La Capital (2012), “Intelectuales argentinos se pronuncian a favor de la autodeterminación de los kelpers”. En La Capital. Recuperado el 8 de septiembre de 2022 de l https://www.lacapital.com.ar/politica/intelectuales-argentinos-se-pronuncian-favor-la-autodeterminacioacuten-los-kelpers-n377783.html.
[20] Escenario Mundial (2025, 2 de abril), “Javier Milei propuso que los habitantes de las Islas Malvinas puedan optar por ser argentinos, reconociendo el derecho a la autodeterminación de los kelpers”. En Escenario Mundial. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.escenariomundial.com/2025/04/02/javier-milei-propuso-que-los-habitantes-de-las-islas-malvinas-puedan-optar-por-ser-argentinos-reconociendo-el-derecho-a-la-autodeterminacion-de-los-kelpers/.
[21] Rodríguez, A. B. (2015), “El regreso de los militares veteranos de guerra de Malvinas a la Armada: entre el ocultamiento, el silencio y el aislamiento. El caso de los marinos del Apostadero Naval Malvinas”. En Páginas, 7 (13), pp. 55-78. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://repositoriodigital.uns.edu.ar/bitstream/handle/123456789/3937/Rodr%C3%ADguez%2C%20A.%20El%20regreso.pdf?sequence=1&isAllowed=y.
[22] Eissa, S. (2025, 30 de marzo), “Más que dictadura y bronce”. En El Cohete a la Luna. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/mas-que-dictadura-y-bronce/.
[23] Llaser, Gabriela (2020, 2 de abril), “Nuestras valientes mujeres de Malvinas”. En Diagonales. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.diagonales.com/sociedad/nuestras-valientes-mujeres-de-malvinas_a6213b11325ae55da0147571b.
[24] Panero, A. (2022). Mujeres invisibles. Remonto Atlántico Sur. 1982. Merlo: Editorial de la Universidad Nacional del Oeste. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.uno.edu.ar/images/EDUNO/Mujeres%20invisibles-e.pdf.
[25] Pineau, P. & Birgin, A. (2022), “La Cuestión Malvinas en la historia de las aulas argentinas: intensidades, presencias y des-presencias”. En Anuario de la historia de la educación, 23 (1), pp. 28-48. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.saiehe.org.ar/anuario/revista/article/download/4/5/8.
[26] Pineau, P. & Birgin, A. (2022), “La Cuestión Malvinas en la historia de las aulas argentinas: intensidades, presencias y des-presencias”. En Anuario de la historia de la educación, 23 (1), pp. 28-48. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.saiehe.org.ar/anuario/revista/article/download/4/5/8.
[27] Eissa, S. (2025, 30 de marzo), “Más que dictadura y bronce”. En El Cohete a la Luna. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/mas-que-dictadura-y-bronce/.
[28] Terribili, H. (sin fecha), “El conflicto en la milla 201, ¿es esencialmente pesquero?”. En Visión Conjunta. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://cefadigital.edu.ar/bitstream/1847939/1152/1/VC%2019-2018%20Terribile.pdf.
[29] Eissa, S. (2024, 2 de junio), “El tuerto y los ciegos”. En El Cohete a la Luna. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/el-tuerto-y-los-ciegos/.
[30] Son conceptos desarrollados por el politólogo estadounidense Joseph Nye. El hard power es el poder militar y económico, pero para el imperialismo estadounidense es más importante el soft power; las zanahorias. En relación a estos conceptos se sugiere la lectura de Anzelini, L. (2025, 18 de mayo), “Poder blando del Pentágono”. En El Cohete a la Luna. Recuperada el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/poder-blando-del-pentagono/.
[31] Salvo cuando se indique, Eissa, S. (2024, 25 de febrero), “Como perdimos las Malvinas”. En El Cohete a la Luna. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/como-perdimos-las-malvinas/.
[32] Velázquez, H. (2021, 6 de enero), “¿Qué hace un buque de la Guardia Costera de EE.UU. en el Atlántico Sur?”. En Perfil. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.perfil.com/noticias/internacional/que-hace-un-buque-de-la-guardia-costera-de-eeuu-en-el-atlantico-sur.phtml.
[33] Agenda Malvinas (2025, 18 de febrero), “Los Gurkas estuvieron de maniobras en las Islas Malvinas”. En Agenda Malvinas. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://agendamalvinas.com.ar/noticia/los-gurkas-estuvieron-de-maniobras-en-las-islas-malvinas.
[34] Eissa. S. (2025, 2 de marzo), “Zorros en Tolhuin”. En El Cohete a la Luna. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/zorros-en-tolhuin/.
[35] Anzelini, L. (2025, 18 de mayo), “Poder blando del Pentágono”. En El Cohete a la Luna. Recuperada el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/poder-blando-del-pentagono/.
[36] Eissa, S. (2025, 1º de abril), “Tierra del Fuego bajo ataque”. En Avión Negro. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://avionnegro.com.ar/contextos/tierra-del-fuego-bajo-ataque/.
[37] La Nación (2022, 20 de agosto), “Cancillería repudió el concurso de la Embajada Británica para que estudiantes universitarios viajen a Malvinas”, En La Nación. Recuperado el 21 de mayo de 2025 de https://www.lanacion.com.ar/politica/cancilleria-critico-el-concurso-de-la-embajada-britanica-para-que-estudiantes-universitarios-viajen-nid20082022/.
[38] Anzelini, L. (2025, 18 de mayo), “Poder blando del Pentágono”. En El Cohete a la Luna. Recueprada el 21 de mayo de 2025 de https://www.elcohetealaluna.com/poder-blando-del-pentagono/.
[39] Jastreblansky, M. (29 de marzo de 2012), “La propuesta secreta de los ingleses a Perón por las Malvinas”. En La Nación. Recuperado el 8 de marzo de 2016 de https://www.lanacion.com.ar/politica/la-propuesta-secreta-de-los-ingleses-a-peron-por-las-malvinas-nid1455991/.
[40] República Argentina (2021), “Directiva de Política de Defensa 2021 (DPDN 2021)”. Buenos Aires: Boletín Oficial. Recuperada el 21 de mayo de 2025 de https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/246990/20210719.
[41] En el nivel estratégico nacional. Obviamente, se pueden realizar operaciones ofensivas en el nivel operacional y táctico.