LOS 4 JINETES DEL APOCALIPSIS TECNOCRÁTICO
jornadaintroductoria del 10 de junio de 2024
apertura de Jorge Zaccagnini
exposición de Jonathan Taplin
exposición de Manuel Castells
La Humanidad está atravesando un proceso de transformación que es inédito. Tanto por la profundidad de los cambios como por la velocidad con la que éstos suceden.
Es un proceso en el que la robotización, el manejo masivo de datos, los cyborgs y ahora la inteligencia artificial generativa , van ocupando libremente los espacios laborales y sociales, sin que se acierte a establecer una Ética del Desarrollo Tecnológico que devuelva la centralidad a la Humanidad a la que pertenecemos todos.
Avanza sin control una cultura política impregnada de lo que el papa Francisco define en Laudato si como paradigma tecnocrático.
Una corriente de intereses a la que describe diciendo: es «como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico».
En muchas naciones surgen movimientos que declaran su voluntad de «asesinar» a los estados nacionales, por usar las palabras que utilizara Aynd Ran, la inspiradora de estos movimientos a mediados del siglo pasado.
En la Argentina, las ideas del anarco-capitalismo han tomado la conducción del Estado Nacional con la intención declarada de consumar ese asesinato.
Hace pocos días, el presidente de la Nación Javier Milei ha reconocido públicamente que es «el topo que destruye al Estado desde adentro”.
Milei es un outsider que dice tener la representación en la Tierra de «las fuerzas del cielo». Intenta implementar un proceso de primarización de la economía, que significa un retroceso a la Argentina sin industria de más de un siglo atrás.
Sin embargo, ni la primarización ni el retorno del derecho divino son suficientes para explicar la elección democrática de Milei y del anarco-capitalismo que él encarna.
No alcanza con conformarse con entender de quela Revolución Francesa se encargó de acabar la teoría del derecho divino junto con los soberanos a los que legitimaba.
Tampoco basta con afirmar que la primarización nos hizo un país de «vacas gordas y peones flacos».
Se trata de comprender que nuestro país es hoy un laboratorio de prueba de estas ideas, sostenidas por una nueva elite global conformada por mega-millonarios campeones del negocio tecnológico.
Con el pensamiento y los testimonios de Jonathan Taplin y Manuel Castells que escucharemos hoy, iniciamos un camino de instalación de esta temática en la agenda social y política de nuestro país, que contribuya en alguna medida a evitar un futuro distópico, donde el trabajo sea reemplazado por un desarrollo tecnológico carente de límites éticos, en manos de poderosos portadores de convicciones que ponen en peligro cierto e inmediato, el destino de la Humanidad.
Infoworkers seguirá trabajando para que la sumisión reverente que Milei tiene con estos Jinetes del Apocalipsis Tecnocrático, no condene a nuestro país a llegar a una situación que no aceptamos, y a la que nos oponemos frontalmente con nuestra convicción y nuestra esperanza de que es posible y realizable un futuro diferente.