UN MAPA BAJO AMENAZA: LA RESISTENCIA DEL IGN FRENTE AL DESGUACE DEL ESTADO

El gobierno impulsa una fusión entre el Servicio Meteorológico Nacional y el Instituto Geográfico Nacional. Desde el IGN denuncian que la medida viola leyes vigentes y pone en riesgo la soberanía territorial de la Argentina.

La avanzada del gobierno nacional sobre los organismos del Estado ha sumado un nuevo capítulo. Bajo el pretexto de la eficiencia y la optimización de recursos, el Poder Ejecutivo impulsa la fusión del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Sin embargo, esta propuesta ha encontrado un férreo rechazo desde las propias filas estatales. En una nota oficial, el presidente del IGN, Jorge Machuca, cuestionó severamente la iniciativa, advirtiendo que viola leyes vigentes, desconoce funciones estratégicas y atenta contra la soberanía territorial argentina.

Ignorancia o desprecio: el contenido de la crítica

Según el escrito, el IGN no fue consultado en la elaboración del informe que promueve la fusión. Machuca denuncia «serios vicios y falta de conocimiento» en la propuesta, señalando que la iniciativa pasa por alto la naturaleza descentralizada y autónoma del Instituto, establecida en la Ley 22.963 («Ley de la Carta») y reafirmada en la reciente Ley de Bases 27.742, que explícitamente protege a este organismo de cualquier intento de disolución.

La propuesta de absorción por parte del SMN no solo implicaría el cierre administrativo del IGN, sino también la pérdida de su personería jurídica, de su identidad internacional, de su histórica trayectoria de 146 años y, sobre todo, de su función esencial: proveer información geográfica de referencia para la defensa, el catastro, la infraestructura y el desarrollo nacional.

El IGN: un bastión de soberanía

El IGN, además de ser un servicio operativo como el SMN, es el organismo rector de la información geográfica de Argentina. Administra sistemas como POSGAR 07, RAMSAC, y el Geoide-AR16, y maneja la representación oficial de los límites internacionales y provinciales, una tarea fundamental en un país que sostiene disputas territoriales sensibles.

Su labor es clave para garantizar la seguridad jurídica de las transacciones inmobiliarias, el apoyo a la Defensa Nacional, el mantenimiento de la cartografía oficial, y la participación en foros internacionales que, entre otros temas, defienden el uso de los topónimos argentinos en las Islas Malvinas y la Antártida.

Machuca fue categórico: «No existe en el mundo un solo país que haya fusionado su servicio meteorológico con su instituto geográfico.»

Ajuste, ignorancia y riesgo de desintegración territorial

La iniciativa de fusión no puede leerse aisladamente. Forma parte de una política más amplia de desguace y desfinanciamiento del Estado bajo la bandera de la «eficiencia». Sin embargo, como denuncia el IGN, el impacto económico sería marginal: su presupuesto apenas representa el 0,01% del total nacional.

Hay que agregar que seguramente el objetivo del gobierno sea ir sustituyendo a los dos organismos mediante la adquisición diferenciada y gradual de servicios a empresas y organismos extranjeros, con la pérdida de empleo y conocimiento argentino y en desmedro de la soberanía nacional.

El verdadero daño sería institucional, estratégico y cultural.

Fusionar el IGN con el SMN, organismos que trabajan en campos científicos completamente distintos, no solo implica destruir décadas de conocimiento técnico especializado, sino también socavar una pieza clave en la construcción de la Nación: la representación de su propio territorio.

El intento de absorción, como advierte el IGN, es un ataque directo al concepto mismo de soberanía. Aceptarlo sería, en definitiva, renunciar a un fragmento de la Nación Argentina.