Por Lic. Ibar Lucero *
Se llama Ártico, el nuevo Mediterráneo.
El calentamiento global, producto de las emanaciones de los países industrializados, está produciendo – entre otros fenómenos – un rápido deshielo de los Glaciares y de los polos. Fundamentalmente en el hemisferio norte, donde la actividad industrial es más intensa.
Esta zona es una de las más vulnerables del planeta. Al fundirse el hielo, deja agua, que absorbe la luz solar y, por efecto multiplicador, funde más hielo. Los estudios de EEUU, por medio de sus organismos técnicos, predicen que, para el 2040 o quizás antes, el hielo habrá desaparecido, abriendo nuevas rutas en un mar navegable y la posibilidad de explotación de Recursos Naturales que, para su Instituto Geológico, contiene una reserva del 13% del Petróleo y el 30% de Gas Natural que existe en el mundo.
El fenómeno del derretimiento de la capa Ártica y la posibilidad de explotación de sus Recursos Naturales – a los que habría que agregar la pesca – también ha traído la reivindicación de soberanía de países que, al tener litoral en sus costas, plantean el derecho de explotación de esos recursos.
Dentro del círculo polar Ártico, con costa y miembros Plenos del Consejo Polar Ártico, están:
- Rusia, con una costa continental de más de 9000 Km, a lo que se agregan las islas de Zemblya y Nueva Siberia;
- Canadá, más el archipiélago;
- Dinamarca (Groenlandia y las islas Feroe);
- EEUU (Alaska, territorio que perteneció a Rusia y los Zares le vendieron a EEUU);
- Noruega;
- Islandia. Esta isla estuvo ocupada hasta el final de la II Guerra por EEUU. Es una Republica Parlamentaria. No tiene FFAA y está protegida por la OTAN;
- Finlandia y
- Suecia.
Menos Rusia, todos países miembros de la OTAN.
El Océano Ártico tiene 14.100 Km2 y está subdividido en:
- Mar de Groenlandia;
- Mar de Barents;
- Mar de Kara (aquí también está la isla de Nueva Zemblya, situada a 73ª de Latitud Norte, con 98.000 Km2 de superficie y una población de aproximadamente 3.000 habitantes. Son dos islas, separadas por el estrecho de Matochkin. Pertenecen a Rusia y en una pequeña isla cercana – Severni – es donde Rusia desarrolla sus pruebas nucleares;
- Marde Laptev:
- Mar de Siberia Oriental;
- Mar de Chukchi;
- Mar de Beaufort: aquí hay un gigantesco archipiélago con gran cantidad de islas. Entre las de más tamaño, la Isla Victoria, la Isla Baffin, la Península del Labrador y la Isla de Terranova y
- Bahía de Baffin.
Entre el Mar deBeaufort y el Mar de Chukchi está el estrecho de Bering, que separa el continente Asiático del Americano y a Rusia de EEUU.
RUSIA Y EL ÁRTICO
La Federación Rusa es el Estado más extenso de la tierra. El Ártico y su dominio pueden sumarle una cantidad, todavía no mensurada totalmente, de fuentes de provisión de Energía de Petróleo y Gas, y una cantidad vasta de minerales, necesarios en este momento científico y tecnológico, indispensables para su autosuficiencia y en proceso de agotamiento en su territorio.
El Ártico siempre fue visto, casi exclusivamente, como un teatro de lucha aérea. Con esta nueva realidad – el deshielo – tomó importancia desde el punto de vista Naval.
La base principal de la Marina Rusa está en el Mar de Barents y tiene al oeste a Noruega. De allí, sus naves podían salir al Atlántico Norte, pero vigiladas y monitoreadas por Noruega y Gran Bretaña. Por eso, su flota de superficie no es importante, pero sí su flota de submarinos, aproximadamente 500, y de su Marina Ártica con también, aproximadamente, 30 o más rompehielos.
En territorio que perteneciera a Finlandia, en el mar de Barents, está el puerto de Múrmansk. La costa se continua al sur por el Mar Blanco, donde Rusia tiene sus astilleros. El clima es polar, pero hasta allí llegan corrientes cálidas del Atlántico que liberan los hielos. El Mar Blanco está unido a Leningrado, en el territorio, por el canal “Stalin”, a través de los Lagos Onega y Ladoga.
Rusia tiene definición de potencia terrestre y una doctrina basada en la defensa por el aprovechamiento del espacio. Su fortaleza – la derrota de Napoleón en el siglo XIX y el sitio de Stalingrado en la II Guerra – da cuenta del éxito de esa doctrina.
Tiene un solo portaviones, pero decenas de cruceros misilísticos con los que hoy, en la era de los misiles hipersónicos, puede alcanzar, desde el Ártico, cualquier punto de EEUU, en minutos. Dos grandes expediciones científicas y de cateo de recursos naturales, la Arkika I y Arkika II, han encontrado grandes yacimientos de hidrocarburos y mineros.
LAS NUEVAS RUTAS DEL NORTE Y EL PASO NOROESTE
El puerto de Vladivostok era la única salida de Rusia al Pacifico, por el mar de Japón. Tenía que cruzar por el estrecho que bordea Corea del Sur y Japón, dos aliados de EEUU. Ahora puede salir al Pacífico por el estrecho de Bering, navegando su costa de soberanía rusa, algo que hasta ahora le estaba restringido, por su situación de “encierro” y por estar rodeada por pactos militares: OTAN, SEATO, CENTO y acuerdos bilaterales.
La ruta del Norte es una salida a los dos océanos, lo que la lleva a desarrollar una gran Marina de superficie. Si bien la navegación costera ha sido practicada por varios países, era necesario la utilización de rompehielos que fueran trazando y despejando la ruta por el hielo por donde avanzaban el o los navíos con serias dificultades y peligros. Por esta razón, tenía preponderancia central la Base de Múrmansk en el Mar de Barents, la única que hasta este momento era operable durante algunos meses en el año. Ahora, desprovista o con solo una capa delgada de hielo está operable todo el año y es el inicio desde donde los rusos navegan su costa – la más extensa del Ártico – con total libertad y seguridad.
En general, el tráfico marítimo en el Ártico era su patrimonio por la costa, entre las minas de uranio, estaño y paladio de Siberia (que se utiliza en la producción de aparatos de informática) o entre Múrmansk y Dukind o puertos del Ártico, con turistas.
En este año se realizó una primera exportación de Gas, con un buque metanero ruso, que utilizó la Ruta del Norte (RMN), con una carga desde Noruega a Corea del Sur. Su tiempo de navegación fue de 20 días. Un recorrido que, hasta ahora, por la ruta del canal de Suez y el estrecho de Malaca, tardaba tres meses, con la ventaja en costos que esto significa.
El paso del Noroeste está casi en su totalidad en aguas canadienses. Une el Atlántico con el Pacífico por las islas de este archipiélago.
En el año 2007 se registró el mínimo de hielo y se abrió el paso que permite la salida casi directa al Pacífico, con carga desde el Puerto de Rotterdam, uno de los más grandes y activos del mundo, al Asia y los países latino americanos con costa pacífica.
En este momento EEUU está ampliando el Canal de Panamá para permitir el paso a los gigantes buques petroleros y portacontenedores, y competir con el proyecto chino de la Ruta de la Seda por el Lago de Nicaragua. La nueva Ruta Ártica aparece como una alternativa de acortamiento de tiempos para tener en cuenta.
Sir Halford Mackínder – uno de los padres de la Geopolítica – desarrolló, en su conferencia “El Pivote Geográfico de la Historia“, en 1904, ante la Sociedad Geográfica Británica, su teoría de la Región Pivote, ubicándola en Eurasia.
Posteriormente, en el documento que entregó a los vencedores de la Primera Guerra, en 1919, “Democracia, ideales y realidad”, planteaba que, en aquella conferencia, dibujó (describió) la isla Mundial, constituida por Eurasia, Europa Oriental y el norte de África, hasta el Sahara – y su corazón o “Heartland”, dentro de ese territorio, con cuatro límites, el espacio que corre desde el rio Volga hasta el Yangtzé y desde el Ártico al norte hasta la cadena del Himalaya al sur. Menos el área de Vladivostok.
El Heartland está ocupado por Rusia que, a su vez también ocupa parte de la isla Mundial. Ese territorio habría sido conquistado y ocupado por oleadas sucesivas de etnias de jinetes conquistadores a caballo o en camellos, desde el Asia Central a Europa; del este al oeste, dejándola sin acceso al mar abierto.
La expansión de los ferrocarriles – decía Mackínder – pondría una Eurasia, en ese siglo, cruzada por innumerables vías férreas, que equilibrarían el encierro y permitirían a esos pueblos llegar rápidamente a las costas más alejadas. Pareciera que la nueva Ruta de la Seda tiene algo de eso. Predijo que China, si fuera organizada (y dominada por los japoneses), podría vencer a los rusos en una Guerra, incorporando un frente Oceánico a Eurasia.
Entonces planteó su máxima más conocida: “Quien domine el Este de Europa, domina el Heartland; quien domina el Heartland reina en la Isla del Mundo; quien controla la Isla del Mundo controla el mundo entero”.
Rusia y China hoy parecen desarrollar una alianza hasta ahora sólida. El nuevo frente oceánico comienza a ser el Ártico navegable. Una nueva ventaja que estarían convirtiendo al corazón terrestre del Mundo también en Marítimo, aunque dejó de ser la barrera infranqueable que protegía uno de los límites del Heartland.
China sigue sin pausa su camino de integración económica financiera y comercial sobre la ruta y la franja de la seda, expandida al Ártico, con la denominación de Ruta Ártica de la Seda.
Seguramente estos cambios también modifican la percepción y la interpretación geopolítica, porque la geografía terrestre, que parecía un factor inmutable, tiene modificaciones producidas por la utilización de nuevas tecnologías, incluidas la conquista del llamado Espacio Exterior – donde China tiene un lugar de importancia – y los impactos que esta nueva realidad pueda llegar a tener. Los veremos en los próximos años.
* Ibar Lucero es Politólogo y Secretario de Relaciones Institucionales de la Fundación Promoción Humana