ideas sobre la identidad
Por Juan José Giani *
- El peronismo es antiimperialista (y en tanto tal nacionalista). Ese soberanismo es inescindible de la autodeterminación económica y también rechaza cualquier forma de dominación extranjera.
- Ese nacionalismo no es xenófobo, ni jerárquico, ni autoritario, sino popular y democrático. Recoge siempre su legitimidad de las urnas y se ejerce sin acallar la voz de sus adversarios.
- El peronismo es un populismo, si entendemos por tal un movimiento que toma como sujeto político al pueblo. Ni al ciudadano (como en la tradición liberal), ni a la clase (como en la tradición marxista). Entendemos por pueblo a la articulación política y cultural detrás de un proyecto nacional de todos los sectores sociales perjudicados por las políticas excluyentes del modelo neoliberal.
- El peronismo procura un modelo de desarrollo, pero no es un desarrollismo. Esa ideología surgida al calor de la Alianza para el Progreso en los años 60 sostiene que ese desarrollo se fundamenta en la inversión del capital extranjero, subordinando además la distribución de la riqueza al crecimiento. Para el peronismo distribución y crecimiento van de la mano y no en etapas.
- El peronismo promueve un equilibrio entre crecimiento y medio ambiente sustentable. Ni un fundamentalismo ecologista que expulsa necesarias inversiones productivas, ni un extractivismo salvaje que afecte un ecosistema saludable.
- El peronismo defiende un desarrollo nacional soberano, con justicia social y en democracia, pero no es «socialdemocracia». A diferencia de esta, considera que no hay política sin conflicto entre clases y entre naciones, y que los proyectos de desarrollo deben respetar las singularidades culturales e históricas de cada pueblo.
- El peronismo es un comunitarismo, pero no organicista ni premoderno sino humanista, pues incluye la idea de individuo y de derechos inalienables que deben ser resguardados. El derecho al trabajo estable y bien remunerado en primer lugar, pero también a la diversidad sexual o a la equivalencia entre varones y mujeres.
- El peronismo no es «progresismo», pero toma las banderas de un conjunto de minorías históricamente excluidas por un sistema de dominación (los pueblos originarios, las mujeres).
- Es obvio que en el corto y mediano plazo se debate entre modelos de capitalismo (autorregulado y socialmente excluyente o con fuerte regulación estatal y en beneficio de las mayorías populares) pero el peronismo se constituye en torno al concepto de tercera posición, y por lo tanto aspira a una modelo de organización social y productiva ni comunista ni capitalista.
- El peronismo ha demostrado tanto en su doctrina como en buena parte de su desarrollo histórico que se pueden congeniar cuatro luchas. La defensa de la soberanía frente a la agresión de los imperios, la dignidad de los trabajadores frente a la prepotencia de las patronales, la libertad de reclamar frente las arbitrariedades de un estado represivo, y la vigencia de nuevos derechos (a la igualdad entre varones y mujeres, a la diversidad sexual, a un medio ambiente saludable) frente a cualquier resabio de oscurantismo ideológico.
* Juan José Giani es es Licenciado y Profesor de Filosofía | Docente en UNR y UNER.