Por Ceci Rivas *
A miles de kilómetros de su patria, un pirata monstruoso y sin parche, juega a ser director de la Playa de la Sepultura. Está solo y desquiciado. Sus pies, tan pequeños como su alma, suben al banquillo y convulsionan en intento fallido por hacer crecer una figura inexistente. Entonces se desespera pretendiendo legitimar esa orquesta insípida, insonora, invisible: imposible. Enérgico agita la batuta con manos moluscas y el pelo se le arremolina con la desazón y el viento. Una partitura muda grita claves de sol y semifusas, pero su casto público es el único que sostiene ese lamentoso espectáculo mientras espera el sonido que no llega.
El mar está calmo, avanza y retrocede. Puedo ver mis dedos entre los peces, bajo el agua cristalina, de espaldas a la escena. Y no quiero mirar, tengo terror al precipicio de la desesperanza.
* La autora nació y vive en Granadero Baigorria. Es docente y directiva en una escuela primaria oficial. Ha participado y recibido diferentes premios, escribiendo antología poética, cuentos y novelas. En 2022 y 2023 participó de proyectos colectivos gestionados por Miriam Cairo: “Monstruos y flores” Antología Federal de Minificción y “Monstruos y Flores” 40 años de democracia, ambos seleccionados durante dos años consecutivos por Gestionar Futuro de Cultura de la Nación. Actualmente está terminando su segunda novela.