Por Ricardo Gallego *
A cincuenta años del fallecimiento de Perón nos encontramos en un escenario de, angustia social y deterioro económico. A esto se suma el peso de la derrota política e ideológica en el terreno de las redes sociales. Para revertir esta circunstancia se propone volver a Perón, virtualizar la unidad básica, crear streaming y hasta encontrar algún salvador que nos guíes al estilo de Moisés.
Que una unidad básica pase de lo físico y material a lo virtual sólo indica o pone de manifiesto el vertiginoso cambio tecnológico que venimos atravesando. La tecnología va cambiando y reconfigurando la política, como ya lo hizo muchas veces antes de la digitalización. Así fue con la televisión por cable, con la analógica, con la radio, con el cine, con los periódicos masivos, con la imprenta.
Perón afirmaba que la tecnología ha empequeñecido a la tierra y por lo tanto lo nacional pasó a ser internacional[1]. De esta forma las políticas internacionales de las potencias violaban la soberanía. Pero veía algo positivo, y era que los pueblos se han esclarecido, y gracias a la tecnología adquieren conciencia y eso hace que se opongan al sacrificio. Esta es la parte o los factores que se deben evaluar en una unidad básica independientemente de su soporte. ¿Los contenidos de streaming esclarecen a los individuos/ciudadanos? La realidad indica que han asumido el sacrificio. Por lo tanto, la conciencia que los esclarezca es insuficiente o, lo que es peor, inexistente.
Entonces, ¿que ha mediado entre la afirmación tríadica tecnología-conciencia-rechazo al sacrificio de Perón y la aceptación del sacrificio? La información es presentada al ciudadano por medio de las redes comunicacionales, a veces como opinión otras como entretenimiento. La forma camaleónica de la información tiene por objetivo viciar, condicionar, deteriorar y menguar la capacidad de decidir. Están configuradas de una manera, y apuntan a que el individuo no sea consciente del menguado estado de sus capacidades. Se presentan para convencer a ese ciudadano-individuo de que ejerce una decisión libre, sin injerencia de terceros. Para los ciudadanos, la aceptación del sacrificio es una decisión libre[2]. No escucho otra versión en algún streaming, que lo lleve a comparar que, en La Comunidad Organizada, no hay sacrificio sino esfuerzo y un reparto equitativo de las perdidas y las ganancias[3].
La unidad básica virtual no soluciona las falencias de dirigencia, ni mucho menos, el alto grado de deterioro organizativo. Dirección y organización, dos pilares vitales para el peronismo, hoy están pulverizados. Es un imperativo reconstruirlos. Como se puede ver, el problema radica en el ámbito de lo estratégico. El streaming, en tanto uno de los campos donde se tiene que dar la disputa y por el otro, con su contenido en tanto mercancía de consumo, es táctico[4]. Estos dos elementos se sintetizan en el “clickbait”, ciberanzuelos sensacionalistas para captar la curiosidad del lector y llevarla hacia contenidos comerciales y manipulaciones sociopolíticas. El problema no es que los streaming sean tácticos o una mercancía más, sino que se los eleva a la categoría de estratégicos, debido a la ausencia de una planificación que es la facultad de la conducción estratégica. Cuando esto sucede jamás se logran los objetivos.
El problema es el “Qué”. El “cómo”, independientemente de su eficacia, se resuelve con las unidades básicas virtuales y streaming. Lo que se comunica debiera guardar relación con el objetivo y la estrategia para lograrlo. El entretenimiento, el show, se ofrece como información, si bien no hay dudas de que el destinatario es la mente, terreno donde se libran las batallas, no es eficaz (entretenimiento como información) para el esclarecimiento de la población. Por el contrario, el individuo entra en un letargo crítico y el resultado inmediato es la inhibición de la voluntad, que es el engranaje central de la acción. La adquisición de conciencia solo tendrá posibilidades de alcanzarse con comunicación estratégica, medio ausente tanto en las unidades básicas físicas como digitales.
La definición de “qué” comunicar no puede dejarse en manos de un youtuber, community manager, streamer, comunicador, en un militante de corta edad porque haya que mostrar juventud, en una mujer porque haya que mostrar equidad de género, o un jubilado porque haya que apuntar a la tercera edad; ni tampoco en un funcionario o ex funcionario por esa mera condición. Todos ellos tienen su campo de acción en el “cómo”. La conducción estratégica de la organización es el ámbito natural donde se define “que” se comunica.
Las redes sociales tienen como objetivo el entretenimiento, generan goce, disfrute y placer. Todo efímeramente. En estas condiciones, el entretenimiento impide el pensamiento y la reflexión. La ansiedad que genera en el individuo volver a encontrar el goce lleva a la decisión de preferir ver un jingle contra Alberto Fernández a abordar el caso reflexiva y analíticamente para poder emitir un juicio que aporte a la organización[5]. En una Comunidad Organizada, el placer es una virtud inherente de la justicia y es creadora de acción política ya sea que no se obtenga o, de lograrse ese disfrute, debe alcanzar a la mayoría de la población[6]. Entretenimiento de las redes versus justicia de la Comunidad Organizada. Tanto lo sentimental como el goce impiden el acceso al conocimiento. Los ciudadanos, encontrándose en un estado de disfrute no pueden proponerse acciones de injerencia política. En este sentido, el entretenimiento reproduce las relaciones de fuerza establecida, es decir, mantiene el statu quo estabilizándolo. Es lo que garantiza, a menos por el momento, la continuidad de Milei.
Nuestra tesis, para recomponer o sanear la crisis de conducción y organizativa del Movimiento Nacional Justicialista, es la reconstrucción del peronismo “Con” Perón. Esto es, traer a la era digital la visión estratégica de Perón. La preposición “Con” cumple dos funciones centrales a la hora de reconstruir el movimiento: por un lado, conecta la visión estratégica con la realidad actual impidiendo el traslado mecánico y por el otro lado, complementa los avances científicos actuales con el pensamiento estratégico. Se sale “Con” Perón, no volviendo a él o a su peronismo. Y una parte importante de aquel pensamiento es que se traduzca en organización y conducción estratégica.
* Ricardo Gallego es Abogado por la UNR. Especialista en Estrategia, Geopolítica e Inteligencia Estratégica. Dirige la web www.pensamientoestrategico.com.ar y la fanpage: PensamientoEstratégico
[1] Perón. Latinoamérica Ahora o Nunca. Volumen XXIII. Pág 38-39. Ed. Apechehue. 1984
[2] “…Se cree libre, autentico y creativo.” Byung-Chul Han. Infocracia. Pág 10. Ed. Taurus. 2022.
[3] Perón. Memorias, Informes y Reportajes. Volumen XXV. Pág 170. Ed. Apechehue. 1984
[4] “…Lo que llamaríamos en policía la conducción estratégica, o sea la conducción total. Y otra, que llamaríamos la conducción de las partes, es decir, la conducción táctica.”. Perón. Manual de Conducción Política. Pág 104. Ed. C. S. Ediciones.2005.
[5] “El entretenimiento no tiene ningún acceso al conocimiento. Divierte sin ampliar el conocimiento.” Byung-Chul Han. Buen Entretenimiento. Pág 94. Ed. Herder. 2018.
[6] Perón. La Comunidad Organizada. Pág 28. Ed. Secretaria Política De La Presidencia De La Nación. 1974.